Un mejor futuro para la familia.

Maria y su esposo alquilaron durante un año, sin embargo, con la espera de la llegada de su hijo, decidieron dar el paso de construir su vivienda porque su hijo merece la estabilidad que un hogar propio le puede brindar.

“Nos enteramos de la fundación porque hace años mi hermano construyó con ustedes, y nos dijo que era una buena oportunidad, sobre todo porque dan opciones y facilidades, por lo que pudimos ver que nosotros sí podíamos construir nuestro sueño.”

Tener una casa propia era una meta con mi esposo, y aunque es un crédito a uno lo favorece, porque con la casa ya terminada solo tiene que ir pagando poco a poco y el dinero lo invierte en la familia.

“Ahora sentimos la diferencia, es más cómodo, uno puede decidir sobre todo y hacer lo que necesita, pagamos por lo propio, tenemos la libertad de decidir,  nos sentimos felices, ahora el bebé ya puede crecer en su propio hogar, no hay que mudarse de un lugar a otro, ni preocuparnos de que que nos pidan la casa y no tener a donde irnos, acá hay mucha comodidad.”

Proyecto de Granjas Avícolas Familiares y Comunitarias

Hábitat Guatemala, en coordinación con el Fondo Tillotson Guatemala, ha creado un proyecto de Granjas Avícolas Familiares y Comunitarias en las comunidades de El Cedro, El Cedrito, La Vigía y Nuevo Chiriquí, Morales Izabal, con lo cual se benefician a 99 familias

Este proyecto fue creado como una respuesta a las familias que se vieron afectadas económicamente por la pandemia de COVID-19. Gracias a esta iniciativa, las familias ahora tienen pollos que no solo producen huevos para su consumo, sino que también pueden vender estos huevos para obtener ingresos adicionales.

 

El esfuerzo por la familia siempre vale la pena.

Samuel, su esposa y dos hijos son los propietarios de una vivienda Hábitat, él es fisioterapeuta y también es capacitador para el  uso correcto de silla de ruedas por lo que viaja muy seguido y su esposa se encarga del hogar.

Él nos relata que durante mucho tiempo él alquiló una vivienda; sin embargo, ya con su terreno su esposa y él decidieron que lo más conveniente era tener una casa propia, en vez de seguir alquilando, ya que el dinero que antes se iba en pagar alquiler, ahora lo invierten en su propia casa, con aquello de que si su familia crece, ellos pueden también ampliar su vivienda para que todos estén cómodos.

“Nos enteramos de la Fundación a través de una vecina, ella nos habló muy bien de la Fundación, y por esto fue que los buscamos, y nos animamos a construir. Durante el proceso de se involucró toda la familia, mi papá ayudó a coordinar, mi esposa y mis hijos también ayudaron con los blocks y el piedrín, la construimos durante la pandemia y esto atrasó la construcción, sin embargo, acá estamos ya, disfrutando de la casita. Nos sentimos contentos, cómodos y seguros de que nadie nos va a sacar, ahora la estabilidad ya la tenemos.” Samuel.

Invertir y construir siempre es un riesgo y un sacrificio,  invitamos a todas las personas que se arriesguen al cambio vale la pena invertir en una vivienda propia para la familia.