75 Mil Historias Únicas – María Pú Pú
Todos los días antes de que amanezca, los pobladores de la aldea Macalajau, en el departamento de El Quiché, realizan un recorrido hacia el riachuelo que desciende de las montañas para recolectar agua. Lamentablemente, el pozo que se encuentra en la aldea, no se da a basto para que todas las familias cuenten con la cantidad necesaria de agua.
Tal es el caso de doña María Pú Pú, quien camina media hora para recoger agua del riachuelo, y en ocasiones es necesario realizar hasta tres viajes para contar con suficiente agua para cocinar, lavar ropa e higiene personal. «Hay días que cuando sale el soy ya no hay agua, aquí todos madrugamos para ser de los primeros en llegar, porque es agua limpia, ya después que otros llenan sus cántaros, el agua comienza a ponerse de un color café y un sabor feo», indica doña María, quien agrega que cuando recoge agua café, debe colarla y hervirla para poderla beber, aunque eso no le quita el mal sabor.
Así como doña María, existen muchos casos en la aldea Macalajau, por lo cual se inició el proyecto «Cosechadores de Agua», con la finalidad de recolectar y almacenar agua de lluvia para que las familias cuenten con agua limpia en sus hogares y eviten recorrer grandes distancias en búsqueda del vital líquido. En 2014, se seleccionaron a 25 familias, las cuales bajo el principio de ayuda mutua, se involucraron en la construcción de estructuras que permitirían recolectar hasta 50 galones de agua.
Actualmente, solo se necesitan un par de horas de lluvia para que doña María almacene suficiente agua para el consumo de toda la familia, con esto puede lavar ropa, utensilios de cocina, higiene personal y lo más importante agua limpia para beber y cocinar.
Además doña María y su familia son parte del proyecto de Huertos de Comunitarios y Familiares de Auto consumo, en el cual Hábitat junto a la organización chilena América Solidaria, les ofrece a los habitantes de Macalajau nuevas y mejores prácticas agrícolas, las cuales proveen vegetales frescos sin el uso de agroquímicos.
La vida de doña María y su familia ha cambiado por completo, ella puede cocinar sus alimentos de forma segura en su estufa mejorada, la cual fue proporcionada por Hábitat, asimismo, cocina los vegetales que ella misma cultiva en su huerto y enseña a sus nietos la importancia de lavarse las manos luego de utilizar la letrina que Hábitat construyo en su propiedad.
Así como doña María Pú Pú, existen miles de historias de guatemaltecos que han cambiado y mejorado su calidad de vida.
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