El esfuerzo por la familia siempre vale la pena.
Samuel, su esposa y dos hijos son los propietarios de una vivienda Hábitat, él es fisioterapeuta y también es capacitador para el uso correcto de silla de ruedas por lo que viaja muy seguido y su esposa se encarga del hogar.
Él nos relata que durante mucho tiempo él alquiló una vivienda; sin embargo, ya con su terreno su esposa y él decidieron que lo más conveniente era tener una casa propia, en vez de seguir alquilando, ya que el dinero que antes se iba en pagar alquiler, ahora lo invierten en su propia casa, con aquello de que si su familia crece, ellos pueden también ampliar su vivienda para que todos estén cómodos.
“Nos enteramos de la Fundación a través de una vecina, ella nos habló muy bien de la Fundación, y por esto fue que los buscamos, y nos animamos a construir. Durante el proceso de se involucró toda la familia, mi papá ayudó a coordinar, mi esposa y mis hijos también ayudaron con los blocks y el piedrín, la construimos durante la pandemia y esto atrasó la construcción, sin embargo, acá estamos ya, disfrutando de la casita. Nos sentimos contentos, cómodos y seguros de que nadie nos va a sacar, ahora la estabilidad ya la tenemos.” Samuel.
Invertir y construir siempre es un riesgo y un sacrificio, invitamos a todas las personas que se arriesguen al cambio vale la pena invertir en una vivienda propia para la familia.