Un proyecto especial para una familia única
Cuando Jennifer Brining llegó por primera vez a Guatemala para encabezar un viaje de Hábitat para la Humanidad en Aldea Global en 2015, pronto supo que regresaría una y otra vez. Ella comenzó a tomar clases de español en Antigua Guatemala con Álvaro Morales. “Ocasionalmente hablamos sobre nuestras vidas personales”, dice Jennifer. “Le hacía preguntas sobre su familia y viceversa. Fue durante estas charlas que supe de su familia tan especial”.
Álvaro y su esposa, Lucrecia viven en Jocotenango, Sacatepéquez, son padres de cuatro hijos adultos, tres de los cuales tienen necesidades especiales y usan sillas de ruedas a causa de la falta de motricidad por Ataxia cerebelosa. Cuando Jennifer supo que la familia vivía en una casa de dos pisos y que tenían que cargar a sus hijos para subir y bajar del segundo nivel, se inspiró en buscar opciones para construir un ascensor con energía solar en el hogar.
Desde el momento en que compartió con la familia Morales, Jennifer entendió cuánto afectaría de forma positiva el ascensor con energía solar a sus vidas. “Además de los beneficios físicos para toda la familia”, dice, “les ha dado a los jóvenes una independencia que nunca tuvieron “. Jennifer Brining.
Así dio inicio el proyecto especial, en donde se unió el corazón de una voluntaria Hábitat y la necesidad de una familia por mejorar su calidad de vida, junto con ellos Hábitat propuso realizar cambios en la casa de la familia para facilitar el acceso de las sillas de ruedas de los jóvenes y a la vez buscar un donante para poder conseguir un ascensor con paneles solares para minimizar el gasto de energía; así fue como se unión la empresa Tecún, quienes apoyaron para que el ascensor se pudiera armar en Alemania.
Don Álvaro trabaja dando Clases de Español en Antigua Guatemala y es allí donde conoce a uno de nuestros voluntarios quien le habla de Hábitat ya que Hábitat no solo se dedica a construcción en general sino también a mejorar las condiciones de vida de las familias guatemaltecas.
“Gracias a nuestros hijos hemos recibido las bendiciones más grandes, ellos han sido un canal para recibir la ayuda que tanto necesitábamos para darles una mejor calidad de vida”. Lucrecia Muñoz
De parte de la familia Muñoz y de nuestra organización agradecemos a los donantes y voluntarios que hicieron posible este proyecto, por su corazón generoso y por confiar en que a través de nosotros se puede llevar esperanza a familias de Guatemala.
Gracias a Jen Brining, Trina Godfreey, Thomas Hunsdorfer, Laura Niklin, Steph Franklin, Lori Walker, Elizabeth Boden, Paul Wackenhuth, Jerry Heymans, Nancy Powell, Deanna Heon.