Latest News
My latest ramblings.
Enjoy! I definitely got important things to say
My latest ramblings.
Enjoy! I definitely got important things to say
Después de dos años, junto con Club Rotario Bend Oregon (EEUU) y Club Rotario La Ermita (Guatemala) Hábitat Guatemala ha entregado 143 Kits Saludables a familias del municipio de San Lucas Tolimán. Los Kits cuentan con un Filtro Purificador para Agua, lo cual le brinda acceso a agua potable, una Letrina de Pozo Ventilado lo que les permite mantener un ambiente saludable, y una Estufa ahorradora de leña con lo cual mejoran su salud, ahorran el gasto de leña, contribuyen al medio ambiente gracias a la reducción de tala de árboles, con esta solución más de 850 personas han mejorado su calidad de vida.
Moisés, su esposa María y sus dos hijos, Julissa y Esdras, son los orgullosos dueños de una Casa Híbrida, en San José Chacayá, Sololá. Moisés trabaja como guardia de seguridad, María teje ropa típica y cuida a los niños.
Moisés y su familia son parte de nuestro Programa de Casas Híbridas, la cual es una casa de dos habitaciones construida con una mezcla de materiales como lo son: bloques de adobe, bloques de cemento y madera.
Esta solución es parcialmente subsidiada lo que implica que las familias beneficiarias contribuyen con el costo de los materiales y aporten mano de obra no calificada como la preparación de los bloques de adobe, entre otras tareas.
Durante tres años Moisés y su familia vivieron en una casa construida con láminas y piso de tierra, y antes de eso, residieron con los papás de Moisés, con quienes compartieron la casa con otros siete familiares. “El problema de nuestra casa que estaba construida con láminas, era que durante el día sentíamos mucho calor y durante la noche era mucho más fresco”, dice Moisés.
“Estamos felices y agradecidos con Dios, porque puso a Hábitat en nuestro camino, para ayudarnos, nos gusta todo de nuestra casa, nuestros niños se sienten felices de jugar aquí ahora tenemos un lugar para ellos, para mantenerlos calientes y seguros” menciona Moisés. En el futuro, la familia planea agregar un jardín.
Moisés termina compartiendo un mensaje a los donantes: “¡Estamos agradecidos con todos los donantes que nos apoyaron en la construcción de nuestra casa! Puede que no te conozcamos, ¡pero te lo agradecemos! Que Dios los bendiga, que estén seguros y reciban muchas bendiciones en su trabajo y para sus familias”.
Desde 2011, Hábitat para la Humanidad Guatemala ha ampliado la definición de una solución de vivienda para incluir más que solo viviendas. Aunque cuatro paredes y un techo sobre la cabeza son esenciales para el bienestar de una familia, se deben tener en cuenta otros componentes, como el acceso a agua potable limpia y la gestión adecuada de las aguas residuales. Es por ello que Hábitat Guatemala creó el Kit Hogar Saludable, que consta de una Estufa Mejorada, una Letrina y un Filtro Purificador para Agua, y ha adaptado los productos que incluye este kit a lo largo del tiempo.
Al visitar la comunidad de San Juan, Salamá, Baja Verapaz, se hizo evidente que muchos miembros de la comunidad necesitaban varias mejoras a su situación sanitaria. Es por esto que, al enterarse del deseo de Hábitat para la Humanidad de Canadá de apoyar a esta comunidad, se diseñó un plan para implementar un proyecto único.
En el transcurso de un año, 56 familias participaron en la construcción e implementación de siete productos dentro de cada hogar. Mediante la instalación de un biodigestor y un inodoro de porcelana, las familias ahora tienen acceso a un espacio privado para usar el baño y los desechos se tratan de manera adecuada. Con la colocación de una pequeña torre y un tanque de agua, las familias ya no tienen que preocuparse por si habrá o no agua cuando abran el grifo, sino que tienen acceso a una fuente constante de agua.
Además, la construcción de una ducha y una pila (estación de lavado) asegura que las 225 personas que participaron en el proyecto ahora puedan realizar prácticas adecuadas de higiene diaria y prevenir la propagación de COVID-19.
De igual forma, cada familia recibió un Filtro Purificador para Agua, lo que significa que ya no tienen que preocuparse por contraer enfermedades gastrointestinales al consumir agua sucia.
Para complementar estas soluciones, Hábitat Guatemala llevó a cabo varias capacitaciones educativas para asegurar que las familias comprendan cómo usar y mantener estos productos, asegurando la sostenibilidad del proyecto.
Las necesidades que presentaba San Juan antes de este proyecto no son únicas. Hábitat Guatemala espera que podamos seguir implementando proyectos similares en todo el país. Agradecemos a nuestros socios, como Habitat for Humanity Canada, que se dan cuenta del valor de este tipo de intervenciones y nos apoyan en nuestro camino hacia la mejora de la calidad de vida de las personas en Guatemala.
Aracely de 37 años, su esposo Alberto de 40 años, y 7 de sus hijos y una nuera, viven en una vivienda Hábitat. Alberto y sus hijos se dedican a trabajar en el campo, mientras ella y sus hijas se dedican a tejidos y juntos decidieron invertir en la vivienda.
Durante 10 años vivieron 14 personas en una casita de lámina; sin embargo, se mantenían con miedo de que el aire se llevará volando las láminas, y normalmente en época de frío o en invierno, sufrían mucho ya que no era un refugio que les cobijará de las inclemencias del tiempo, esto sumado a que no contaban con un piso de cemento, por lo que siempre eran lodazales los que los rodeaban. Antes de esto vivieron con sus suegros en un cuartito todos juntos.
Aracely se enteró de Hábitat hace más de 5 años a través de una amiga, sin embargo, en ese momento no era posible construir una vivienda, por lo que tiempo después regresó a preguntarle sobre la información que le había brindado hace años atrás.
Aracely y Alberto estaban decididos a esforzarse para construir su vivienda, estaban conscientes que no era posible pagar todo de una vez, pero si podían invertir mensualmente en la vivienda que ellos y su familia necesitaban, es por eso visitaron las oficinas de Hábitat con el sueño de una vivienda y confiando en que sería posible construir lo que tanto necesitaban. Al momento en que les confirmaron que sí, era posible realizar su vivienda, otra de las preocupaciones les surgió, ¿cómo iban a llegar los materiales hasta el área en que iban a construir?, ya que no era posible que un camión llegará hasta el terreno, por lo que juntos como familia decidieron que iban a acarrear el material desde el lugar en donde el camión podía entrar, hasta el sitio en donde iban a construir.
Así fue que lograron tener los materiales cerca, y empezar la construcción de la misma, ahora en la vivienda que con tanto esfuerzo construyeron se sienten seguros, hay calidez, no temen más al viento o las lluvias, disfrutan su casa cada día y agradecen a Dios el refugio que significa para la familia. Su meta es cancelar lo antes posible su crédito, para así poder construir una vivienda para su hijo y su esposa.
“Nosotros disfrutamos nuestra casa, nos sentimos felices, vemos un cambio porque estamos seguros, nuestros hijos están contentos, a veces nos juntamos todos a desayunar y almorzar acá con la familia, es bonito” nos comenta Aracely.
Con lo de la pandemia, hemos estado tranquilos nosotras no salimos más que para ir a traer trabajo e intentamos tener cuidado.
“Yo les aconsejo a todos los que pueden pagar su vivienda que aprovechen, es bonito tener su casita, y se recibe apoyo de Hábitat”
Dalia tiene 44 años, es madre soltera, tiene 3 hijas, y durante más de 25 años alquiló para tener un techo sobre su cabeza y tener a sus hijas protegidas, tiene presente que pasó por más de 10 casas y esto la motivó a esforzarse para construir su vivienda.
Trabaja de en el área de conserjería en una empresa, y cuando le salen trabajos en casa ella los realiza, para poder brindarle a sus hijas lo mejor, hoy en día con ella viven solamente 2 de sus hijas, Dalia nos relata que sufrió mucho, y que no fue fácil llegar a cumplir su sueño, pero con esfuerzo y la ayuda de su papá su sueño se hizo realidad.
Durante la construcción recibió un grupo de voluntarios que estuvieron varios días, apoyando, armando las estructuras de acero de la vivienda que después sirvieron para las columnas. “Me sentí feliz de recibir a los voluntarios, ellos agarraban la piocha y la pala y trabajaban juntos”
“Me siento orgullosa de haber construido mi vivienda, y feliz de recibir elogios cuando tengo visitas, me siento agradecida con Dios que permitió que construyera mi casita”
Don Mariano y su esposa, Martina, son los nuevos orgullosos dueños de una Casa Hábitat Viven con dos de sus hijos, Odilia y Roberto, su esposa Julia y su bebé Josselyn. Mariano trabaja en agricultura. Roberto trabaja en un departamento diferente, Petén, mientras que las ellas se quedan en casa.
Antes de asociarse con Hábitat para la Humanidad Guatemala para construir su casa, la familia solía vivir en frente, que ahora funciona como cocina. Fue construido con bloques de adobe y piso de tierra. “Antes éramos siete personas durmiendo en una sola habitación, vivimos así durante casi 23 años”, dice Martina.
Ella formó parte del Programa de Estufas Mejoradas, y uno de los promotores locales le habló sobre la posibilidad de construir una casa más segura. Estaban muy interesados, pero en ese momento no era posible económicamente. Tres años después, decidieron que era hora de construir una casa para ellos. Decidieron visitar la oficina en Panajachel, y comenzaron con el proceso.
Cuando les preguntamos cómo se sienten en su nuevo hogar, Martina sonríe y responde: “¡Estamos encantados, felices y agradecidos con nuestra casa! Al principio tenía miedo, porque no sé escribir ni leer, y mi español no es muy bueno, pero Hábitat Guatemala nos proporcionó toda la información y nos acompañó durante todo el proceso”.
“Es completamente diferente a tener nuestra casa con piso de cemento y lindas paredes, es una gran mejora para nosotros como familia. Amamos toda la casa, amamos el diseño, nuestras habitaciones, ¡todo!»
Martina nos cuenta “esta pandemia nos ha golpeado fuerte en lo económico, nuestro hijo Roberto está trabajando en Petén y hace cinco meses que no ha podido venir a visitarnos, y ver crecer a su hija, porque es difícil pagar el transporte «. En cuanto a los estudios, Odilia ha estado estudiando desde casa, pero a Martina le ha costado mucho, por su escasa educación. Es posible que Odilia necesite repetir su año escolar, porque puede ser una mejor manera de aprender mejor. Pero tener la casa les ha beneficiado ya que no se han enfermado, y cuentan con espacio cómodo para quedarse y pasar tiempo juntos.
“Los voluntarios eran gente maravillosa, disfrutamos mucho pasar tiempo con ellos y construir nuestra casa juntos, los extrañamos mucho cuando se fueron. Ahora son parte de nuestra familia. Estamos agradecidos y conmovidos de conocer a personas del exterior que vinieron a ayudarnos aún más que las personas de nuestro propio país, saber que dejaron a su familia y amigos para construir con nosotros y trabajar tan duro, ¡es realmente admirable! les deseamos que todos estén bien.
¡Que Dios los bendiga! Maltiox «.
atención al cliente
QUETZALTENANGO
18 avenida 5-13 zona 3.
7736-8264 / 7763-7524 / 4740-6832
atención al cliente
GUATEMALA (REGIÓN GUATE-CENTRO)
3 Av. 8-26, Zona 10. Guatemala
23392223
atencionfamilias@habitatguate.org
© 2020 Habitat para la Humanidad ® Guatemala. | Desarrollado por iGuate.com