Mayela Ochoa
Mayela, William y sus dos hijas, Luisa y Ariani, viven en su nueva casa de Hábitat, en la colonia La Esperanza, Escuintla. Durante muchos años ellos tuvieron que alquilar porque no tenían casa propia.
Hace unos años William se enfermó y tuvieron que mudarse a la casa de la madre de Mayela, en donde vivían ocho personas y no era nada cómodo.
“Yo deseaba mucho tener mi propia casa”, cuenta Mayela. Ella compró un terreno hace seis años pero nunca tuvieron la oportunidad o los fondos para construir. “Intentábamos, pero nunca era posible” explica.
Por casualidad, Mayela habló con alguien que ya tenía una casa de Hábitat y al enterarse que los intereses serían menores a los de un banco decidió ir a la oficina. Pidió su solicitud y en poco tiempo pudieron empezar a construir.
“Esto es muy bueno porque es nuestra propia casa, cuando estábamos en la casa de otros no era igual” dice Mayela, quien ahora puede dedicar más tiempo a su familia, porque cuando vivían con sus padres ella cocinaba y limpiaba para ocho personas.
La construcción tomó tan solo cinco semanas. Aunque tuvieron que esperar un par de meses para que les conectaran la energía eléctrica, finalmente pudieron mudarse. Ahora la familia cuentan con dos dormitorios, un comedor y una cocina. Lo mejor de todo es que todos esos espacios son de su propiedad.