El calor de un hogar esta Navidad
Si retrocedemos unos años y llegamos a la edad donde nuestra preocupación era estudiar y nuestro pasatiempo favorito jugar en vacaciones con nuestros amigos o con los amigos de la cuadra o salir de campamento. De niños nos esforzamos por vivir la mejor aventura para luego regresar en enero al colegio y tener historias nuevas que contar.
Para nuestros padres era el darnos un hogar lleno de calor familiar y disfrutar dentro de nuestra casa el amor y tranquilidad en un hogar seguro. En Guatemala existe un gran porcentaje de personas que no tienen una casa propia y si la tienen no cuentan con las condiciones adecuadas, como servicios básicos o viven en zonas de riesgo.
Como Fundación nuestra meta no es únicamente construir viviendas, también es construir hogares, sueños, esperanza, donde se respire salud y bienestar, es por eso que nos preocupamos también en dar apoyo de forma integral para brindar a las familias un mejor desarrollo y calidad de vida a través de nuestros diferentes programas.
Este ha sido un año lleno de satisfacción al haber construido sueños a muchas familias y seguimos poniendo al alcance de los guatemaltecos nuestros programas de construcción, ampliación y mejoramiento de vivienda. No importa quienes somos y de donde venimos, todos merecemos y lugar adecuado donde vivir.
Para el 2018, tenemos como reto ser parte de nuevas historias a través de nuestros programas y viviendas Hábitat, porque falta mucho por hacer en nuestro país.